Gabriela Delord
Tercera mejor educadora de España en los premios EDUCA
Soy Gabriela Delord, bióloga y especialista en Educación Ambiental. Tengo un Máster en Didáctica de las Ciencias y Matemáticas, además de dos Doctorados en Didáctica de las Ciencias y en Enseñanza.
Soy profesora de la Universidad de Sevilla y ex maestra de Infantil y Primaria. En mi día a día, me dedico a enseñar a futuros profesores a eso mismo, enseñar.
Galardonada como la 3ª mejor educadora de España en los premios EDUCA, Desde hace un tiempo soy divulgadora del Aprendizaje por Proyectos y Problemas a través de cursos presenciales y online.
Soy autora de diversos artículos científicos. Actualmente, participo en la investigación y formación docente de profesores universitarios.

Mi historia
Nací en la ciudad brasileña de Porto Alegre y vine a la Universidad de Sevilla en 2014 a cursar el doctorado en Educación. De formación bióloga, he sido maestra de Primaria en una favela de Río de Janeiro, donde chicos de sólo 11 años traficaban con drogas y portaban pistolas.
En los colegios donde trabajaba había detectores de metales en la entrada. A partir de los 11 años muchos de esos alumnos estaban metidos en el tráfico de drogas. A las familias les daban dinero porque sus hijos fueran a clase y nosotros no podíamos expulsarlos ni hacer prácticamente nada. Al principio, algunos niños nos amenazaban con pistolas y cuchillos. Yo decidí no pelearme con ellos y preguntarles cuáles eran sus expectativas porque quería que dejaran trabajar al menos a los otros estudiantes. Traté de llegar a un acuerdo y esa estrategia de conversación, ellos acabaron pensando que una formación, en la que en principio no estaban interesados, podría llegar a ser un plan b y lo vieron quizá como una oportunidad. Los evalué con más benevolencia que a los otros estudiantes que gozaban de mejores condiciones y de una familia más estructurada. Poco a poco, empezaron a participar en las clases, aunque el colegio no estaba dentro de sus intereses y muy distante de su realidad. El profesor tiene que ser humano, tener empatía y poner las gafas de la desigualdad social para ver que lo que este tipo de alumnos necesita menos es aprender el ciclo del carbono, la fotosíntesis o las características de los planetas del universo. No sé cómo algunos profesores no se mueren de vergüenza tratando de enseñar estas cosas en un mundo de ansiedad, depresión, miseria, desigualdad social y colapso climático. Yo, por supuesto, tenía mucha vergüenza y sentimiento de culpabilidad.
La mayoría de estos alumnos no terminan el colegio. Algunos mueren o son encarcelados.

Llegué con 29 años a Sevilla, sin conocer a nadie y sin saber hablar ni escribir el castellano. pero me adapté.
Cuando terminé el doctorado, fui seleccionada a través de concurso de méritos como profesora sustituta de la Universidad de Sevilla con un contrato de media jornada. También trabajé durante cuatro años en la Universidad de Osuna. A lo largo de estos casi 8 años de docencia universitaria en Sevilla, he sido sustituta interina, ahora con una jornada a tiempo completo, y estoy a la espera del resultado de una plaza de profesor ayudante que salió a concurso en el mes de marzo.